domingo, 23 de septiembre de 2007



Reflexiones sobre el desplazamiento del Embajador Raúl Estrada Oyuela

El gobierno Nacional ha decidido quitar sus funciones al Embajador Raúl Estrada Oyuela, máxima referencia ambiental en la carrera diplomática argentina y de reconocido prestigio internacional.

El Presidente Kirchner se equivoca delicada y gravemente ante estadecisión que consolida en el poder a uno de los mayores responsable delconflicto internacional con la hermana República Oriental del Uruguay, me refiero al ex Presidente de la Comisión Administradora del Río Uruguay y actual Vice Canciller de la Argentina, designado en pleno conflicto y por el actual gobierno, Sr.García Moritán.
Quienes venimos desde los orígenes de este proceso social, cívico e institucional, no podemos dejar de manifestar nuestro asombro y marcarcon absoluta claridad que la argentina volvió a dar un ejemplo patético, de que un funcionario con responsabilidad, claridad, lealtad ante los intereses más delicados y complejos en debate en un conflicto de esta relevancia, y con una conducta que es ejemplo para la ciudadanía y los movimientos socioambientales en la Republica, desde sus diversos roles en la función pública durante años, sea desplazado por un ejercicio del poder que fortalece aún más a aquellos personajes que hoy no aparecen ni en los titulares de los diarios de algún rincón de nuestro País por su insignificancia técnica y política, como es el caso del segundo responsable de la política exterior de la Argentina.
Dicho personaje carga en sus espaldas con la mochila más pobre, cómplice e irresponsable de la gestión por el mismo liderada en la tan mal recordada delegación argentina ante la CARU durante los años 2002/2005.

Por este medio, queremos reivindicar y solidarizarnos con el Embajador Estrada Oyuela y no hacer silencio alguno, una vez más, ante la irrelevante presencia del Sr. García Moritán, quien ha logrado un infame triunfo más, ante esta injusta e irresponsable decisión política del Gobierno de Kirchner.

No hay dudas también que el modelo de María Julia Alzogaray en las recordadas incursiones sobre los roles, competencias y funciones de la Cancillería argentina en la década infame del menemismo, hoy tiene en la gestión de Romina Picolotti una renovada actitud política de cargar y sin límites, contra funcionarios de carrera de la Cancillería, que la han honrado con su accionar, como es el caso que aquí reivindicamos cuando con todo cuidado y respeto podemos afirmar y dirigirnos ante un Señor, El Embajador Raúl Estrada Oyuela.

Jorge Oscar Daneri